No
tengo la costumbre de obsesionarme con las imágenes fotográficas vírgenes sin pasar por
el ordenador. Hay quien considera fundamental no tocar una toma fotográfica porque piensa que hacerlo es mentir con la imagen. Para nada me lo parece. Es un tema largo de comentar y posiblemente lo plantee
otro día.
Pero
ciertamente en mi proyecto de fotografía escénica el procesamiento de
la fotografía se limita a los parámetros lógicos de toda foto y muy rara
vez hay lo que se llama retoque. Es lo lógico porque son fotografías
que quieren reflejar lo que se ve en escena. Si en escena hay 5
personas mal haría en poner 6, ¿verdad?. Aparte de alguna que otra
broma, de vez en cuando, muy de vez en cuando me da por tocar una foto.
En realidad el cambio tampoco es muy grande. Normalmente quitar objetos
que estorban y alguna que otra corrección.
Esta foto es un ejemplo. Te muestro la foto y ... lo que podemos decir es el original. No queda mal .... el retoque, je, je.